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Cualidades de un líder: COMUNICACIÓN…

Desarrollar excelentes habilidades de comunicación es esencial para el liderazgo efectivo. El líder tiene que ser capaz de compartir conocimientos e ideas para trasmitir un sentido de urgencia y entusiasmo a otros. Si no puede hacer comprender un mensaje claramente y motivar a otros a actuar, entonces no tiene sentido tener un mensaje.

 UN GRAN COMUNICADOR EN CUALQUIER CIRCUNSTANCIA

Muchos presidentes de los Estados Unidos han hecho un impacto tremendo como grandes comunicadores. John F. Kennedy, Franklin D. Roosevelt y Abraham Lincoln vienen a mi mente como destacados ejemplos. Pero solo a un presidente en el lapso de nuestra vida se le ha llamado el Gran Comunicador, y ese fue Ronald Reagan.

Temprano en su carrera se reveló el talento de Reagan como comunicación. Comenzó en la radio. Cuando tenía como veinte años, rápidamente se convirtió en uno de los mejores narradores del oeste medio. Generalmente narraba juegos en vivo, pero ocasionalmente simulaba la trasmisión de un juego de los Cachorros de Chicago usando reportes de la Western Unión de cada juego.

Durante uno de esos juegos, el cable que llegaba a él se cortó, mientras Augie Galan estaba al bate en una situación difícil. Ronald Reagan hábilmente mantuvo a Galan bateándole foul tras foul al pitcher durante un pitcheo imaginario de seis minutos hasta que pudo reanudar los detalles del juego.

A lo largo de su carrera, Reagan demostró una habilidad poco común para relacionarse y comunicarse con la gente. Nunca fue esto más evidente que durante el tiempo que aspiraba a la presidencia y cuando ya estaba en la Casa Blanca. Mientras en 1980 anunciaba su candidatura para la presidencia, lanzó la visión para su campaña clara y simplemente, diciendo: “En el centro de nuestro mensaje deben haber cinco sencillas palabras familiares”.

No grandes teorías económicas. No sermones sobre filosofías políticas. Solo cinco cortas palabras: familia, trabajo, vecindario, libertad, paz.

Durante su campaña, Reagan debatió exitosamente con su contrincante Jimmy Carter.

El antiguo gobernador de California se mostró como un americano medio tranquilo, simpático y competente. Ganó con facilidad. Más tarde cuando se le preguntó si se había puesto nervioso debatiendo con el presidente, Reagan respondió: «No, no del todo. He  estado en el mismo escenario con John Wayne».

Ya sea que estuviera hablando a un grupo, mirando a la cámara, o hablando cara a cara con alguien, Reagan era capaz de comunicarse con la máxima efectividad. Aun cuando baleado lo llevaban a la sala de operaciones, su objetivo era hacer que los otros se sintieran tranquilos. Su comentario con el cirujano fue: “Por favor asegúrenme que todos ustedes son republicanos”.

Reagan fue un buen ejecutivo porque poseía una clara visión, hacía decisiones fácilmente, y delegaba con mucha efectividad. Pero fue un gran líder debido a su habilidad sobrenatural para comunicarse.

Cuando llegó a dirigir el país, la gente sabía quién era él, dónde estaba situado, y qué quería, y no vacilarían en subir a bordo con él. La comunicación lo hizo el tipo de líder que la gente quería seguir.

 AL GRANO

Aun cuando no pretendas dirigir al país, como hizo Ronald Reagan, aún así necesitas poseer su habilidad para comunicarte. El éxito de tu matrimonio, tu trabajo, y tus relaciones personales depende de esto. La gente no te seguirá si no saben lo que quieres o a dónde vas.

 Tú puedes ser un comunicador efectivo si sigues cuatro verdades básicas.

1. Simplifica tu mensaje

La comunicación no es solo lo que se dice. Es también cómo se dice. Contrario a lo que algunos educadores enseñan, la clave para la comunicación efectiva es la simplicidad.

Olvídate de impresionar a la gente con grandes palabras u oraciones complejas. Si quieres relacionarte con las personas sé sencillo. Napoleón Bonaparte acostumbraba decir a sus secretarios, “sea claro, sea claro, sea claro”.

Una anécdota sobre un secretario ejecutivo recién nombrado nos da una pauta para una comunicación efectiva. Lo invitaron a hablar a un grupo grande por primera vez, por lo que se acercó a su mentor pidiéndole consejos sobre cómo dar un buen discurso. El hombre, mayor que él, le dijo: “Escribe una apertura estimulante que pueda cautivar a todos en la audiencia. Después escribe un resumen y una conclusión dramáticos que haga que la gente desee actuar. Después ponlos tan juntos como sea posible”.

 2. Mira a la persona

Los comunicadores efectivos se concentran en las personas con las que se están comunicando. Saben que es imposible comunicarse con efectividad con una audiencia sin saber algo sobre ellos.

Cuando te comuniques con las personas, ya sean individuos o grupos, hazte estas preguntas: ¿Quién es mi audiencia? ¿Cuáles son sus preguntas? ¿Cuáles son las necesidades a suplir? y, ¿Cuánto tiempo tengo? Si quieres llegar a ser un mejor comunicador, déjate orientar por la audiencia. La gente cree en los grandes comunicadores porque los grandes comunicadores creen en la gente.

 3. Muestra la verdad

La credibilidad precede a la gran comunicación. Hay dos formas de transmitir credibilidad a tu audiencia. Primero, cree en lo que dices. Personas comunes se convierten en comunicadores extraordinarios cuando son fervientes en sus convicciones. El mariscal de campo Ferdinand Foch observó: “El arma más poderosa sobre la tierra es el alma humana encendida”. Segundo, vive lo que dices. No hay mayor credibilidad que la convicción en acción.

4. Busca una respuesta

Cuando te comuniques nunca olvides que el objetivo de toda comunicación es la acción. Si descargas un montón de información sobre las personas, no estás comunicando. Cada vez que hables a la gente, dales algo que sentir, algo que recordar, y algo que hacer. Si tienes éxito al hacer esto tu habilidad para guiar a otros tomará otro nivel.

REFLEXIONEMOS

Dante Márquez hijo, presidente de MVM, Inc., ha dicho lo siguiente sobre la habilidad de un líder para comunicarse: «Un líder tiene que hacer que otros hagan las cosas; por lo tanto, tiene que tener la habilidad de inspirar y motivar, guiar y dirigir, y escuchar. Es solo a través de la comunicación que el líder es capaz de provocar que otros interioricen su visión y la pongan en acción.

¿Cómo evalúas tu capacidad de comunicarte con otros? ¿Es la comunicación una prioridad para ti? ¿Puedes inspirar y motivar a otros? ¿Expresas tu visión de tal forma que la gente sea capaz de entenderla, asimilarla, e implementarla? Cuando hablas con las personas una por una, ¿eres capaz de establecer un vínculo con ellos?, ¿y con los grupos? Si sientes en tu corazón que tu visión es grande, y todavía la gente no la capta, tu problema puede ser una incapacidad para comunicarte efectivamente.

CONVENCIMIENTO

Para mejorar tu comunicación haz lo siguiente:

• Sé claro como una campana. Examina una carta, un memorándum u otro artículo que hayas escrito recientemente. ¿Son tus frases cortas y directas, o son vagas? ¿Serán capaces los lectores de captar las palabras que has escogido, o tendrán que leerte con un diccionario en la mano? ¿Has usado la menor cantidad de palabras posibles? Para un comunicador, los mejores amigos son la sencillez y la claridad. Escribe tu próximo trabajo de comunicación teniendo ambas cosas en mente.

• Reenfoca tu atención. Durante la próxima semana, mientras comunicas, pon atención a tu enfoque. ¿Está puesto en ti, en tu material o en tu audiencia? Si no está puesto en las personas, necesitas cambiar eso. Piensa en sus necesidades, preguntas y deseos. Acércate a las personas donde están, y serás un mejor comunicador.

• Vive tu mensaje. ¿Hay alguna discrepancia entre lo que comunicas y lo que haces?

• Habla con algunas personas confiables y pregúntales si creen ellos que estás viviendo tu mensaje. Tu esposa, un consejero, o un amigo cercano pueden ver cosas a las cuales tú eres ciego. Recibe sus comentarios sin defensividad. Hazte el propósito de hacer cambios en tu vida para ser más consistente.

 PARA EXTRAER DIARIAMENTE

El 7 de abril de 1865, el presidente Abraham Lincoln tomó una difícil decisión, y necesitó comunicársela a su general en el campo. En ella descansaban todas sus esperanzas y todo el peso de su liderazgo como presidente. Usando toda su habilidad como comunicador, escribió el siguiente mensaje: Tnte. Gral. Grant, El Gen. Sheridan dice: «Si la cosa se pone difícil, creo que Lee se rendirá». Deje que la cosa se ponga difícil.

A. Lincoln

El presidente no permitió que la importancia de una comunicación afectara su sencillez. Nosotros tampoco deberíamos permitirlo.

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