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Cualidades de un líder: VALENTÍA

La valentía es estimada correctamente como la primera de las cualidades humanas… porque es la que garantiza todas las demás.

—Winston Churchill, Primer Ministro Británico.

La valentía es el temor que ya ha hecho sus oraciones.

—Karl Barth, teólogo suizo

EL AS DE ASES

¿Qué tienen en común estos tres hombres?: El corredor de autos que estableció el récord mundial de velocidad en Daytona en 1914, el piloto que registró el número más alto de victorias en combate aéreo contra los alemanes en la Primera Guerra Mundial, y el secretario del consejero especial de guerra que sobrevivió a un desastre aéreo y a veintiún días en una balsa en el Pacífico durante la Segunda Guerra Mundial? Todos pasaron por circunstancias peligrosas. Todos mostraron valentía y nervios de acero bajo las más fuertes tensiones. Y es que todos eran la misma persona: Eddie Rickenbacker.

Para Eddie Rickenbacker nunca fue un gran problema enfrentar un reto físico, mental o económico. Su padre murió cuando él tenía doce años, así es que tuvo que abandonar la escuela para convertirse en el principal sostén de la familia. Vendió periódicos, huevos y leche de cabras. Trabajó en una fundición y en fábricas de vidrios, cervezas y zapatos. Cuando era un adolescente comenzó a trabajar como mecánico de autos de carrera y a los veintidós comenzó a correrlos. Dos años más tarde estableció el record mundial de velocidad.

Cuando Estados Unidos entró en la Primera Guerra Mundial, Rickenbacker trató de alistarse como aviador pero estaba pasado de edad y no tenía educación suficiente; así es que entró como chofer, pero se las arregló para que sus superiores lo mandaran a entrenamiento de vuelo. A pesar de no tener la educación de sus compañeros, los aventajó a todos. Al final de la guerra había acumulado 300 horas de combate (siendo el mejor de todos los pilotos americanos), sobrevivió a 134 encuentros con el enemigo, reportó veintiséis muertes y ganó la Medalla de Honor, ocho Cruces de Servicio Distinguido y la Legión de Honor Francesa. También fue promovido a capitán y puesto al mando de un  escuadrón.

Las proezas de Rickenbacker en el aire provocaron que la prensa lo apodara el «As de Ases americano». Cuando se le preguntó sobre su valor en combate admitió que había sentido miedo. «Valentía» dijo, «es hacer lo que tienes miedo de hacer. No puede haber valentía si no estás atemorizado».

Después de la Primera Guerra Mundial, la valentía le sirvió de mucho al As de Ases. En 1933 se convirtió en el vicepresidente de la compañía Eastern Air Transport (más tarde Eastern Airlines). En aquel entonces todas las compañías aéreas existían porque eran subsidiadas por el gobierno. Pero Rickenbacker pensó que ellos debían ser autosuficientes.

Decidió cambiar completamente la forma en que la compañía llevaba el negocio. En dos años hizo a la compañía rentable, la primera en la historia de la aviación. Cuando el presidente de los Estados Unidos canceló todos los contratos de correo aéreo con las compañías comerciales, él lo enfrentó, y ganó. Dirigió la Eastern por treinta años y se retiró a la edad de setenta y tres años. Cuando murió, diez años más tarde, su hijo William escribió: «Si él hubiera tenido una moto, esta es la frase que hubiera escuchado miles de veces: “¡Volaré cual un gato salvaje!”.

 AL GRANO

Cuando observas la vida de alguien como Eddie Rickenbacker, no puedes dejar de ver una tremenda valentía. Es fácil ver héroes en la guerra, pero también la valentía está presente en cada gran líder en los negocios, el gobierno y la iglesia. Cada vez que veas un progreso significativo en una organización, sabrás que el líder tomó decisiones valientes. La posición de líder no da a la persona valentía, pero la valentía le puede dar una posición de líder. Eso fue así en el caso del capitán Eddie Rickenbacker.

Larry Osborne hace la siguiente observación: “Lo más notable entre los líderes altamente efectivos es cuán poco tienen en común. Por lo que uno jura, el otro duda. Pero todos están dispuestos a arriesgarse”.

Al enfrentar las decisiones difíciles que te desafíen, reconoce tres verdades sobre la valentía:

1. La valentía comienza con una batalla interior

Cada prueba que enfrentes como líder comienza en tu interior. La prueba de la valentía no es diferente. Como psicoterapeuta, Sheldon Kopp señala, “Todas las batallas importantes son libradas dentro de uno”. La valentía no es la ausencia de temor, es hacer lo que se teme hacer. Es tener el poder de dejar lo conocido y avanzar con firmeza hacia un nuevo territorio. Esto fue cierto para Rickenbacker y puede serlo también para ti.

2. Valentía es hacer las cosas correctas, no simplemente dejarlas pasar

El líder de los derechos civiles Martin Luther King, dijo, «La medida suprema de un hombre no es dónde se encuentra en momentos de comodidad y conveniencia sino dónde se encuentra en momentos de reto y polémica». Los grandes líderes saben tratar a los demás y pueden hacer que otras personas se comprometan y trabajen juntos, pero también se arremangan cuando es necesario.

La valentía tiene que ver con los principios, no con la percepción. Si tú no tienes la habilidad de ver en qué momento debes hacerle frente a algo y la convicción de hacerlo, nunca serás un líder efectivo. Tu dedicación por alcanzar las metas finales tiene que ser más fuerte que tu deseo de calmar a los demás.

3. La valentía en un líder inspira el compromiso de los seguidores

«La valentía es contagiosa» afirma el evangelista Billy Graham. «Cuando un hombre valiente asume una posición, los demás lo siguen». Cuando una persona muestra valentía, los demás se sienten estimulados. Pero cuando un líder muestra valentía, los demás se inspiran. Esto es lo que hace que la gente quiera seguirlos. Mi amigo Jim Mellado comenta:

“El liderazgo es la expresión de valentía que impulsa a la gente a hacer lo correcto”.

4. Tu vida se expande en proporción a tu valentía

El temor limita a un líder. El historiador romano Tácito escribió: “El deseo de seguridad se levanta contra cualquier empresa grande y noble”. Pero la valentía tiene el efecto contrario.

Abre puertas y este es uno de sus beneficios más maravillosos. Quizás es por esto que el teólogo británico John Henry Newman dijo: “No le temas a que tu vida tenga un final, sino a que nunca tenga un principio”. La valentía no solo te da un buen comienzo, sino que también te provee un mejor futuro.

Lo que es irónico es que aquellos que no tienen la valentía de arriesgarse y los que sí la tienen, experimentan la misma cantidad de temor en la vida. La única diferencia es que los que no se arriesgan se preocupan por cosas sin importancia. Si de todas formas vas a tener que vencer tu miedo y dudas podrías hacer que valga la pena.

 REFLEXIONEMOS

Eleanor Roosevelt reconoció: “Ganas fuerza, valentía y confianza en cada experiencia que dejes de ver con temor”. Eres capaz de decirte, “Viví a través de este horror; por lo tanto, puedo enfrentar lo próximo que venga». Tienes que hacer las cosas que piensas que no puedes hacer”.

¿Cómo tratas de manejar el temor? ¿Lo abrazas? ¿Lo aceptas? ¿Son las situaciones de tensión parte de tu vida diaria? ¿O te has retirado a tu zona de seguridad que ni siquiera siente temor? ¿Cómo tienes que cambiar para desarrollar un espíritu de valentía en tu vida?

 CONVENCIMIENTO

Para mejorar tu valentía haz lo siguiente:

• Enfrenta el temor. Sal fuera y haz algo que te provoque, simplemente para desarrollar valentía. Bucea, habla frente al público (este es el temor mayor de la mayoría de la gente), actúa en una obra de teatro, escala una montaña o navega en balsa por los rápidos de un río. No importa lo que hagas con tal que lo que hagas te lleve a enfrentar un temor de verdad.

• Háblale a esa persona. La mayoría de la gente evita enfrentar a alguien en su vida; un empleado, un familiar o un compañero de trabajo. Si esto ocurre contigo, habla con esa persona esta semana. No lo atropelles ni lo irrespetes. Habla con la verdad en amor (no tendrá miedo de hacerlo si ya hiciste algo de lo descrito en el punto anterior).

• Da un paso realmente grande. Quizás hayas sentido miedo de hacer un cambio en tu carrera. Si has sentido en tu corazón que debes cambiar tu trabajo o comenzar un nuevo negocio, ahora es el tiempo de afrontarlo. Toma tiempo para analizarlo en profundidad.

Habla con tu cónyuge, consejero, o uno o dos amigos de confianza. Si esto es lo correcto, hazlo.

PARA EXTRAER DIARIAMENTE

Un predicador itinerante del siglo XIX llamado Peter Cartwright se estaba preparando para predicar un sermón cuando le dijeron que asistiría el presidente Andrew Jackson. Le pidieron que tuviera cuidado con sus comentarios. Durante el mensaje hizo la siguiente aclaración: “Me dijeron que Andrew Jackson estaría presente en este culto y me pidieron que cuidara mis comentarios. Lo que tengo que decir es que si Andrew Jackson no se arrepiente de sus pecados, se irá al infierno”.

Después del sermón, Jackson caminó hasta el predicador y le dijo: “Señor, si yo tuviera un regimiento de hombres como usted, vencería al mundo”.

Con frecuencia, un acto de valentía produce resultados positivos inesperados.

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